La fascinación de los personajes literarios.

Los buenos personajes
representan más que lo que son.
Leon Surmelian

Don Quijote y Sancho Panza, personajes de Cervantes

Hay obras que trascienden a sus autores de tal forma, que ellos, los verdaderos genios creativos desaparecen en la memoria de la gente y solo quedan sus héroes, sus villanos y sus lugares inventados.

Esto ocurre mucho en la literatura infantil, se recuerda más a Pinocho,  Alicia y  Gulliver que a Carlo Collodi, Lewis Carroll y Jonathan Swift. Harry Potter será uno más, sin dudas.

En el mejor de los casos la fama es compartida : tan conocido es Arthur Conan Doyle como su Sherlock Holmes; Mark Twain iguala su renombre a Tom Sawyer o Huckleberry Finn y Cervantes va de la mano de su Quijote y su Sancho Panza. También hay personajes que se convierten en tipos cotidianos, como La Celestina, OteloLolita, que representarán para siempre a  la alcahueta, el celoso o la adolescente seductora, cosa esta que no sé si llegarían a saber Fernando de Rojas, Shakespeare o Nabokov.

Desde la Scarlet O´Hara de Lo que el viento se llevó, (que por cierto, una de las cosas que se llevó fue el nombre de la autora, porque pocos recuerdan a Margaret Mitchell) hasta la inigualable Ana Karénina  del gran Tolstoi, encontraremos personajes femeninos tan fuertes que mantendrán la duda si son reales o ficticios.

Sherlock Holmes, personaje de Arthur Conan DoyleMucho tienen que ver los comics y el cine, que se encargan de ofrecer, a veces de imponer, la imagen a su gusto y conveniencia, incorporándole accesorios y hasta frases que nunca pertenecieron al personaje literario. ¿Quién dice a estas alturas que la coletilla elemental, Watson, elemental no fue pura creación cinematográfica? Pero no quiero quitarle al celuloide su mérito divulgador, por supuesto.

El género policiaco es quien lleva la voz cantante: Agatha Christie con su Hércules Poirot y su señorita Marple, el inspector Maigret de Maurice Leblanc y el Perry Mason… ¿recuerdan de  quién?: Erle Stanley Gardner. Más acá en el tiempo está la forense de Patricia Corwell, la doctora Scarpetta y también el Pepe Carvalho de Vázquez Montalbán. Después de la versión cinematográfica de El Padrino  quizás muchos no sepan que Don Vito Corleone salió de la fértil cabeza de Mario Puzo.

En la literatura cubana hay un personaje que pasará a la historia: Mario Conde. Primero fue una tetralogía, que su autor Leonardo Padura  tituló: Pasado perfecto, Vientos de cuaresma, Máscaras y Paisaje de otoño. Luego hizo una más: Neblina del ayer. Mario Conde es un policía investigador con defectos y virtudes, que a pesar de que los primeros pesen más, logra desentrañar los misterios que le tocan. A su alrededor, se desdobla La Habana que no sale en las postales turísticas. Recomendación de Mi Librería.

Cien Años de Soledad, donde aparece el personaje Aureliano Buendía.García Márquez es especialista en poner nombres que no se olvidan. El Aureliano Buendía de Cien años de soledad, con su Macondo sugerente y pegajoso. ¿Cómo se explica que recuerde ahora mismo a  los protagonistas de El Amor en los tiempos del cólera, Fermina Daza y Florentino Ariza, sin hacer una búsqueda en mis libreros o en Google?

 Hilario no logra descubrir héroes fuertes en la novela actual y muchos coinciden con él. Un personaje logrado en la ficción es producto de una caracterización interior intensa, novedosa, convincente, compleja, vital. Quizás la producción masiva de libros que tomó por asalto este siglo XXI atente contra una depurada selección de personajes y los autores se aferren a los estereotipos. Quizás hay algo más. El secreto de los que tuvieron éxito está en el talento creador, ellos le han puesto alma, corazón y vida, como dijera aquella vieja canción, para engendrar personajes que se convirtieran en referencias verdaderas. 

 Por eso no creo que a  Juan Rulfo  le haya molestado saber que Pedro Páramo  lo superaba en fama y popularidad, a fin de cuentas… era su hijo legítimo.

Personajes de Juan Rulfo, en Pedro Páramo

18 comentarios

Archivado bajo LITERATURA UNIVERSAL

18 Respuestas a “La fascinación de los personajes literarios.

  1. Sé que me repito: me encantan tus posts. También Shakespeare creó unos personajes que ya trascienden a la categoría de estereotipos válidos siglo tras siglo: el celoso Otelo, el dolido y vengativo Hamlet, la crueldad de lady McBeth, el amor verdadero de Romeo y Julieta…

  2. estodevivir

    Me gustó muchísimo este post, le hace pensar a uno sobre lo que dices. Creo que Harry Potter es el personaje más conocido de ésta época, pero no sólo de la literatura infantil, porque mayores y niños, por igual, nos hemos apasionado con su peligrosa y simpática vida de estudiante de magia. Y ya sucede que muchos no recuerdan el nombre de la autora. Muy bueno.
    El gazapo divino, jaja cómo me reí con el chiste del soldado Acosta.
    Esta es otra frase de ellos: rácame la epalda…

  3. Con respecto a que la producción masiva se esté atentando contra el personaje, no lo sé. Cuando la producción es masiva, la calidad media cae, eso es pura estadística, pero no tiene que significar la desaparición del personaje trabajado que pueda pasar a la posteridad. Tal vez nos sea difícil apreciarlo, tal vez se necesite que el tiempo barra de las estanterías y las biliotecas, la enorme cantidad de obra carente del más mínimo talento, pero tal vez dentro de unos años alguien pueda apreciar ciertos personajes potentes que se conviertan en estereotipos en el futuro. Sobre todos los personajes que mencionáis, ¿qué opinarían sus contemporáneos? Tal vez en tiempos de Shakespeare se considerase a Hamlet un personaje sin futuro y se recurriera a hablar de Ulises o Edipo. Supongo que sólo el tiempo lo dirá.

  4. Lo defines bien, fascinación. Magnífica selección de clásicos!.
    Los personajes de ficción suplantan a sus autores, los canibalizan como Bandini a Fante o Zuckerman a Roth. ¿Quién quedará en nuestra memoria?
    Coincido con La mujer Quijote en que necesitamos tiempo y distancia para que aparezcan esos personajes. Esperaremos leyendo!

  5. Hola Ade ! Veo que me has puesto en «Blogs que sigo» pero hay un problema y es que ese enlace lleva a un blog que tengo en pruebas sobre marcapáginas y aún no está listo. El que sí funciona es «Libros, Cine , Etc» para el que hay que entrar con laprimadeaudrey.blogspot.com.
    Por cierto, ahí ya te respondo sobre lo que me habías preguntado de Matilda , ¿Te acuerdas? Saludos

  6. Cuánta razón tienes, sobre todo lo que dices de rasgos que no incluyó el autor, y que todo el mundo cree que pertenecen al personaje, por ejemplo, la frase que mencionas «de» Sherlock Holmes.
    Y por cierto, el sombrerito (como el que se ve en la foto) creo que tampoco sale en las novelas originales, sino en unas ilustraciones que a su vez copió el cine, etc…

    En España fue celebérrima la serie de dibujos animados «Marco. De los Apeninos a Los Andes», y casi nadie sabe que provenía del libro Corazón y menos el nombre del autor (yo lo busqué cuando me leí la entrada en la que te lo pedían)

    Qué interesantes son siempre tus entradas, sobre todo porque sugieren muchos recuerdos, muchas lecturas…

  7. adelita137

    Anotado y arreglado… pero qué lindo te está quedando el otro, avísame en cuanto esté. Un saludo. AD.

  8. adelita137

    En efecto, sería interesante investigar sobre qué sucedió con los clásicos antes de serlo. Ya algo de eso hay por ahí, a nosotros nos tocará en un futuro ver quién quedó y quién no pasó la prueba de la historia. AD.

  9. adelita137

    Gracias, loquemeahorro, cuando termino de poner una entrada larga, con muchos enlaces (los que me gusta seleccionar bien) y a la que dedico tiempo pues sencillamente me voy a tu página para reir un poco y desconectar, jeje. Si no existieras…
    AD.

  10. Coincido con quienes me preceden: ¡¡me encanta la entrada!! Conforme iba leyéndote, se me ocurrían parejas de autor-personaje que podrías haber incluido, para comprobar, unas líneas más abajo, que los citabas.

    Personalmente, si un personaje literario me resulta interesante, siempre guardo un huequito en la memoria para el autor que lo creó: siempre puede depararnos muchas más sorpresas seguir descubriendo su obra.

    Loquemeahorro, es cierto que el sombrero «holmesiano» no pertenece al personaje literario, sino al cinematográfico. El Holmes que conocemos se parece, en cierto modo, a Santa Claus: es un compendio de caracterizaciones del personaje original.

    En cuanto a Juan Rulfo, es cierto que posiblemente no terminase por odiar a Pedro Páramo, pero no ocurrió lo mismo con Agatha Christie y Hércules Poirot: la autora preparó la última novela de su héroe, Telón, muchos años antes de fallecer. No quería que le ocurriese como a Conan Doyle, que tras odiar a Holmes e intentar quitárselo de encima en La aventura final, tuvo que «resucitarlo» ante la avalancha de insultos que profirieron los fans del detective.

    Curiosa relación de amor-odio entre creador y su ser creado. ¿Tal vez unna especie de Frankenstein literario?

    Saludos.

  11. Gracias Ade, eres un encanto. Yo cuando quiero que me suban la moral, pues leo vuestras entradas y vuestros comentarios, que siempre son enriquecedores.

    Homo Libris: Es verdad, yo me leí Telón cuando ya había leído muchas novelas de A. Christie, y me sorprendió que era un libro muy anterior a muchos libros en los que Poirot ya era mayorcito y se enfrentaba a la sociedad de los ¿70?
    Aunque la verdad es que casi no lo recuerdo ¡pues me lo releo en la próxima gripe! Que para esos estados Agatha C. es lo mejor!!

  12. adelita137

    Ahora leyendo a Homo libris recuerdo eso de los resucitamientos y sí debe haber varios en la literatura. A Padura, explicaba yo, le pasó así, no tanto como haber matado al personaje pero él se iba a quedar ahí, el éxito lo obligó a seguir escribiendo.
    Cómo se aprende de sus comentarios!!!!
    Me encantan!
    AD.

  13. Ale

    Ade:

    Siempre cada post de tu blog es una delicia, y una cátedra maravillosa para leer.

    Me encantó la cita de Leon Surmelian, creo que eso es lo que hace al gran personaje precisamente, que se vuelve un arquetipo (Otelo, del celoso como dice la prima de Audrey; Sherlok Holmes del detective inteligente que a base de pura deducción descubre al criminal -¿cuántos símiles no hay ahora mismo en la televisión, CSI por ejemplo?- Scarlett O’Hara, de la mujer fría que va buscando su objetivo mientras utiliza a otros como peldaños, etc) .

    Bueno y no sólo aprendo de tí sino de todos los que vienen a dejar comentarios y amplían ¡gracias por educarme!

    Siempre me río con la gazapoteca, me encantó la pitola 😉

    Recibe un abrazote,

    Ale

    pd
    y sigo recordando que decías que buscabas ideas…ayy Dios…

  14. Por cierto, ¿vale decir animales? Si vale, habría que tener en cuenta a:
    Baloo – Kipling
    Moby Dick – Melville
    Lassie – Eric Knight
    Los dos primeros autores no están tan empañados por sus personajes, pero Knight… Yo recordaba haber leído «Lassie vuelve a casa» de niña y recordaba que había sido antes el cuento que la televisión y el cine. Pero ¿quién había escrito aquello? Todos conocemos a Lassie, pero ¿quién recuerda a su creador? Yo no, he tenido que buscarlo.

  15. adelita137

    Síiiiiiii, es cierto, yo ni idea de quien había escrito Lassie, claro que valen, son protagónicos también, y me imagino que crear un personaje fuerte, de pegada y para colmo animal… ¡el mérito es grande! qué buen aporte, gracias.

  16. Que genial entrada Adela, un paseo muy gratificante.
    La verdad es que todos tienen su estilo, pero tengo una gran devoción por Mark Twain. Quizás por sus aventuras por el mundo que tanto me fascinan.
    Hice yo una entrada titulada Salta, salta, saltarina, muy curiosa de Twain.
    Lo dicho un placer visitarte.

  17. adelita137

    Sí, recuerdo esa entrada tuya, la leí, como todo , claro. Qué bueno que estuviste por aquí!

  18. Me declaro devota también de Mark Twain. No sé porqué demonios la gente lo tilda de literatura infantil, supongo que porque no lo han leído. Ese humor cínico con que critica todo lo divino y lo humano es fantástico. Creo que de infantil sólo es catalogable Tom Sawyer. Huckelberry es para mi uno de los personajes más pontentes de la literatura.

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